Cómo decirte lo que me pasa, lo que siento, si te miro a los ojos y muero en el abismo de tu mirada. Caigo en ese vacío de perdición sin escapatoria, donde la tristeza se enrarece y pasa a ser dolor al ver que nada puedo hacer.
Solo me queda ese sabor amargo cada día. Pero seguiré llegando sin importar lo que cueste.
No me pidas que olvide si trato de tenerte cada segundo un poco más cerca.
Abriré la jaula de mi alma para que corra libre recogiendo uno por uno tus besos esparcidos por el mar del olvido, esperando que la brisa me traiga tu perfume y que mi oscuridad se convierta en día al saber que fuiste mía.
L L