"Hubo un tiempo en el que el futuro era niebla y la vida un proyecto aplazado. La felicidad, o aquello que debía ser la felicidad, no transitaba por el camino marcado para el común de los mortales como vía obligatoria de circulación. Éramos radiantes y eternos y el mundo, arcilla en la que hundir nuestras manos bajo un cielo color caramelo. Era la historia un dragón vivo y luminoso que esperaba impaciente para llevarnos sobre su lomo a esa edad adulta en la que recibiríamos dichosos la recompensa de la lucha y el trabajo. Un tiempo en que cada día era un frente, y el amor arañaba nuestro pecho con su garra implacable de tigre enojado, dejando al descubierto nuestras tripas enredadas en ramas de rosas y espinas. Cada pena, era la última, la definitiva, por ser la primera. Todo estaba por hacer.
El tiempo dulcifica el recuerdo. Y la infancia o la juventud pasa a ser un mito adorado en el altar de esta madurez compleja y algo infantil. Sí. Pero detrás del mito, siempre hay un trozo de verdad que brilla junto al oropel.
Siempre creímos mi hermano Daniel y yo, que crecer no debiera conllevar una renuncia. Y así mismo en esta canción escribimos una letra donde prometemos regresar a los días de incandescencia y lucha. Aunque el tabaco y los años nos haya encogido algo el pecho y cueste más subir la cuesta que lleva hasta ese sueño compartido.
Es cierto. El futuro no era esto. Pero aún queda todo por hacer. Se cayeron mis alas y yo no me rendí. Porque la edad no conlleva la capitulación, porque crecer no es tan malo y porque a menudo los terribles ojos de una muchacha, la risa inquieta de un niño o un brindis al calor de una barra de bar entre amigos nos recuerda que estamos vivos.
No quiero conjugar siempre la utopía en futuro, como una eterna promesa pendiente. Quiero que sea certeza. Y desde ahí canto está canción. Cuando digo volveremos quiero decir que estamos de nuevo a tu lado, para poner flores en tu pelo, para tapar la calle. Perdona que hoy sea más breve. Pero en seguida vuelvo. Casi puedo abrazarte. Estoy a unos pasos. A la orilla de tu sombra..."
Puede parecer que sólo queda contar los fracasos.
Por eso aplazamos siempre el último trago.
Mientras tanto, bebo, fumo, vivo y amo.
Quizá como todos.
Más bien demasiado.
Mientras tanto, ser felices es una obligación
que incumplo de cuando en cuando.
Y aunque esta ciudad parece Fort Apache
a punto de claudicar, de derrumbarse,
volveremos a asaltar los cielos
y arderán las calles como antes de nuevo.
Brillará en tu piel una primavera
roja de luz color caramelo.
El tiempo incumple sus promesas, miente
en los ojos de las más bellas mujeres.
Mientras, he visto alejarse la dulce llama
del futuro intacto, la vida aplazada.
Crecí, llegué tarde, perdí algunos trenes. El futuro es hoy, el mañana urgente.
Vi caer los muros, sangrar Palestina.
Vi morir la historia, la vi renacer herida.
Vi retroceder el tiempo,
muertos en las playas, llamas en Bagdad.
Y aunque ya no somos niños,
la edad no obliga nunca a capitular.
Volveremos a tapar las calles
hasta que amanezca con futuro y versos.
Volveremos a ser libres, puros,
y tú me pondrás flores en el pelo.
Volveremos a asaltar los cielos
y arderán las calles como antes de nuevo.
Brillará en tu piel una primavera
roja de luz color caramelo...
Feliz dia del niño para todos ...
Y PARA MIS CHIQUIS, QUE HOY ME HICIERON SENTIR UNA NENA MÁS.